Descripción
Con la intención de pagar sus deudas, Conan se pone a sueldo de un príncipe exiliado que, quizá por su idiotez, necesita la fuerza y las habilidades del bárbaro para reclamar su herencia, el Ojo de Bast, una joya de valor incalculable. No obstante, la joya esconde un secreto terrible que enseña al cimmerio que algunos tesoros es mejor dejarlos allí donde uno los encuentra.